Robot-Asesoras: Ventajas de la inversión Automatizada
Un gestor de inversiones automatizado, o «robot-asesor», es una herramienta de gestión de patrimonio que utiliza un software para desarrollar y ejecutar la estrategia de inversión. Basado en algoritmos y preajustes matemáticos, se popularizó en 2010 con la llegada de la compañía Betterment y desde entonces ha crecido hasta unos 500.000 millones de activos bajo gestión en todo el mundo. Entonces, ¿qué es lo que hace que este tipo de inversión sea tan popular, y cuáles son algunos de los beneficios de usar un robot-asesor en lugar de un planificador financiero tradicional?
Empezando
Uno de los muchos beneficios de la era digital es la facilidad de uso, y la inversión automatizada no es una excepción. Empezar a utilizar un robot-asesor es simple y rápido, donde la configuración de la cuenta generalmente implica una serie de preguntas sencillas diseñadas para evaluar su situación financiera, sus objetivos y su tolerancia al riesgo. En base a sus respuestas, el software genera una asignación de activos sugerida que usted puede aprobar o ajustar. Los robot-asesores también pueden permitirle empezar a invertir aunque no tenga una gran reserva de fondos. Mientras que los planificadores financieros tradicionales pueden tener grandes barreras de entrada (a veces de 250.000 dólares o más), usted puede empezar con muchas estrategias de inversión automatizadas con un mínimo de depósito bajo o incluso sin él.
Tarifas y facilidad de uso
Con los algoritmos haciendo el trabajo pesado, el costo de la administración automatizada de fondos es bajo. Comparado con las comisiones tradicionales que le harán retroceder su cartera entre un uno y un tres por ciento al año, las comisiones de los fondos de inversión automatizados suelen oscilar entre un cuarto y un medio por ciento. Además, los robot-asesores son accesibles de manera consistente y rápida en línea o a través de aplicaciones – lo que significa que usted puede comprobar el rendimiento de su cartera, hacer un seguimiento de sus objetivos, e incluso hacer cambios como actualizar su perfil de riesgo en cualquier momento.
Recolección automatizada de pérdida de impuestos y rebalanceo de cartera
La cosecha de pérdida de impuestos es justo lo que parece: al final del año, cualquier inversión en rojo se vende y las pérdidas se utilizan para compensar las ganancias, lo que resulta en una reducción de la obligación fiscal del año. Mientras que los planificadores financieros pueden hacer la cosecha de impuestos, la mayoría de los robot-asesores la incluyen automáticamente o la hacen simple para optar por ella. Asimismo, debido a sus capacidades tecnológicas, los robot-asesores también suelen ofrecer un reequilibrio de cartera más frecuente -a veces incluso diario-. Esto significa comprar o vender activos con el fin de mantener la ponderación original de su cartera, asegurando que la asignación de activos se mantenga consistente y manteniendo su tolerancia al riesgo preferida.
Sacar la emoción de la ecuación
La mayoría de las estrategias de inversión funcionan mejor cuando se dejan en paz. Las investigaciones han demostrado repetidamente que debido a algo llamado economía del comportamiento – o las formas en que la gente deja que sus emociones afecten sus decisiones de inversión – hasta los gerentes humanos más experimentados pueden dejar que los movimientos del mercado los tienten a sobrecomercializar una cartera. Invertir es inherentemente emocional, y adoptar una estrategia más pasiva a través de mecanismos mecánicos indiferentes que se mantienen enfocados en el panorama a largo plazo en lugar de los movimientos de precios a corto plazo puede significar la diferencia entre un rendimiento inferior al del mercado o el mantenimiento de una tasa de rendimiento comparable a lo largo del tiempo.
Para muchos en la era tecnológica que quieren una forma de invertir con un acceso fácil, tarifas bajas y mayor consistencia, la inversión automatizada puede ser una gran opción. Ciertas situaciones siempre (o al menos, durante mucho tiempo todavía) requerirán un toque humano. Por ejemplo, si quiere saber cómo prepararse para ser propietario de una vivienda, invertir en un negocio o empezar a ahorrar dinero para un fondo universitario, querrá sentarse con alguien cara a cara. Sin embargo, como las máquinas y la tecnología hacen que otras tareas sean más fáciles, rápidas y baratas, herramientas como la inversión automatizada pueden ofrecer mejores opciones que sus homólogas tradicionales.